· Unte los dientes de ajo con aceite.
· Póngalos en un molde chico y meta al horno a 200 grados por 20 minutos o hasta que estén bien tiernos. (Nota; si se están dorando mucho, cubralos con papel de aluminio).
· Pee los ajos, aplastelos con un tenedor y forme una pasta con 1/2 cucharadita de aceite.
· Haga pequeñas incisiones por toda la carne e induzca la pasta de ajo. Déjela adobar por un par de horas mínimo.
· Ponga el cordero en una charola para asar sobre un lecho de romero y ponga sal y pimienta.
· Unte las papas con aceite y acomode alrededor del cordero.
· Ponga un poco mas de romero alrededor y ponga sal y pimienta sobre la carne.
· Asela en el horno a 230 grados por 10 minutos.
· Baje la temperatura a 180 grados y aselo por otros 15 minutos mas por cada 500 gramos de carne.
· La carne debe de alcanzar los 70 grados cuando se inserte un termómetro.
· Ponga el cordero en un platon para servir y deje reposar por 10 minutos antes de partirlo.
· Si en este punto las papas no están tiernas, regréselas al horno.
· Reserve el romero y deseche la grasa de la charola en la que se horneo el cordero.
· Ponga encima el vino tinto y llévelo a ebullición, rascando el fondo de cocción y los trocitos de cordero que hayan quedado.
· Reduzca la salsa y rectifique el sazón.
· Corte el cordero y sírvalo con papas cubierto por la salsa de vino tinto preparada.